Es difícil imaginar el sufrimiento que padecen en estos momentos las madres de las 200 niñas que fueron secuestradas en Nigeria por la milicia Boko Haram para ser vendidas.
«Prometió volver pronto y ayudarme en el trabajo a vender cosas en la calle. Luego me dijeron que la habían secuestrado», explica una de estas madres a los medios de comunicación.
Estas mujeres ni comen ni duermen esperando un milagro que salve a sus hijas de los milicianos.
Juntas se han aliado en las redes sociales bajo el paraguas de la organización #Bring back our girls, «devolvednos a nuestras hijas», que pretende presionar a las autoridades nigerianas y a la Casa Blanca para que solucionen este problema cuanto antes.
En una carta enviada al Gobierno de los Estados Unidos escribían lo siguiente:
«Por favor hagan todo lo que esté en sus manos para presionar a la Casa Blanca para que rescaten a nuestras hijas. 10 días han pasado y nuestras niñas siguen desaparecidas. Pensamos que es una obligación ética y moral de los Estados Unidos, deben tomar medidas».