Durante todos estos años he visto como grandes profesionales nos han dicho adiós al haber puesto punto final a su carrera como docentes. Fernando, María Jesús, María Teresa, José Carlos, y muchos otros nos habéis enseñado tantas y tantas cosas a las nuevas generaciones de maestros que comenzábamos nuestra andadura en este maravilloso mundo, que siempre os recordaremos con admiración y cariño.
Pero permitirme que os diga que ayer fue un día muy especial, al menos para mí, y creo que también para todos mis actuales compañeros. Ayer le llegó el turno a Paquita, nuestra Paquita. Como antiguo alumno tuyo en el desaparecido Emilio Castelar, cole que vío como una jovencísima maestra de Albacete comenzaba su carrera docente, como compañero durante muchos años en el Pintor Sorolla y como amigo tuyo y de toda tu familia, sólo puedo expresar todo lo que significas para mí con palabras de agradecimiento,
GRACIAS por haberme servido de inspiración,
GRACIAS por enseñarme que un maestro es mucho más que un mero transmisor de conocimientos
GRACIAS por enseñarme que cada alumno es único
GRACIAS por tu simpatía, tu alegría y tu sonrisa
GRACIAS por ser tal y como eres
GRACIAS por tu apoyo cuando más lo necesitaba
GRACIAS por haberme permitido formar parte de tu vida
GRACIAS por quererme
GRACIAS por hacernos ver nuestro trabajo como algo único
GRACIAS por ser nuestro ejemplo
GRACIAS por hacernos sentir especiales.
Ahora comienza una nueva etapa en tu vida en la que podrás disfrutar de tu familia, de tus amigos, de tus aficiones, del paisaje manchego que tanto te gusta, pero, por favor, nunca nos olvides pues has dejado un vacío en nuestros corazones que difícilmente se podrá llenar. Podrás visitarnos siempre que quieras porque ya sabes que nuestro cole carece de puertas para los que nos quieren.
¡Te echaremos mucho de menos!