Ahora que está tan de moda la utilización de tablets en las aulas queremos llamar la atención de los riesgos del uso de estos dispositivos a diario.
El Colegio de Ópticos-Optometristas de la Comunitat Valenciana ha asegurado que las tabletas electrónicas en las aulas está provocando un incremento del número de estudiantes con problemas visuales.
En un comunicado, el presidente del Colegio, Vicente Roda, ha indicado que los estudiantes "cada vez dedican más tiempo a actividades en las que se realiza un gran esfuerzo en visión cercana, como la lectura, ver la televisión, trabajar con el ordenador o jugar con la consola, lo que produce un incremento de escolares miopes".
De hecho, ha añadido, se prevé que en el año 2020 el 33 por ciento de los adolescentes tendrán miopía como consecuencia de la utilización inadecuada de estos aparatos, y pide a los padres que controlen el tiempo que los niños pasan delante de un aparato electrónico.
Según Roda, el uso de móviles, tabletas, ordenadores o libros electrónicos genera síndrome de fatiga visual porque se enfoca directamente sobre una fuente de luz un tiempo prolongado y aunque el ojo está preparado para enfocar de cerca en este tipo de pantallas, provoca un aumento en la capacidad de convergencia, dando lugar a la aparición de la fatiga visual y falsas miopías.
En este sentido, ha dicho, es recomendable alejar las pantallas; poner un tamaño de letra grande para que el esfuerzo de lectura sea menor; aumentar el contraste de la pantalla; tener una buena iluminación, preferiblemente luz natural; usar pantallas de alta resolución y evitar los reflejos.
El Colegio ha alertado también de que uno de cada cuatro niños inicia el curso escolar con problemas visuales no diagnosticados, ya que únicamente el 25 por ciento de los pequeños acude cada año a revisar su visión.
Los profesionales afirman que además tener a punto los libros y el material escolar, es fundamental que los niños afronten el inicio del curso con su vista a máximo rendimiento, ya que van a tener que enfrentarse a muchas horas de lectura y de estudio que va a exigir un enorme esfuerzo a su sistema visual.
Según sus datos, en España se calcula que el 30 por ciento de los casos de fracaso escolar están relacionados directamente con alteraciones de la visión no detectados, tales como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo o la ambliopía u ojo vago.
Entre los síntomas que pueden indicar que el niño sufre problemas visuales, destacan que frunce el ceño, guiña los ojos o gira la cabeza y el cuello para mirar de lejos o de cerca; o que se le irritan los ojos cuando escribe o lee, le escuecen y se frota los párpados con frecuencia.
También puede advertirse un problema si se queja habitualmente de dolores de cabeza, tropieza con facilidad, tuerce un ojo, comete muchos errores al copiar palabras de la pizarra, tiene baja comprensión de la lectura para su edad, tiene excesiva sensibilidad a la luz, evita actividades que requieren visión de cerca o de lejos o suele sentarse cerca de la tele o se aproxima mucho a los libros.
