Hoy, 24 de enero, se celebra en todo el mundo el día de la Educación. No son pocas las voces que afirman que la educación es la única vía para acabar con el hambre, la pobreza, la desigualdad, el respeto por los Derechos Humanos y la violencia.
Pero esa educación debe ser de calidad, inclusiva y equitativa, capaz de ofrecer en igualdad de oportunidades para todas y todos el acceso a la formación que permitirá formar a las y los ciudadanos del futuro para participar plenamente en la sociedad.
Audrey Azoulay, directora general de Unesco, afirma que “Este día es la ocasión de reafirmar los principios fundamentales. En primer lugar, la educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad pública. En segundo lugar, la educación es la fuerza más poderosa de que disponemos para garantizar mejoras significativas en la salud, estimular el crecimiento y aprovechar el potencial y la innovación que precisamos para construir sociedades más resilientes y sostenibles”.