Este tipo de simulacros deberán convertirse en una práctica habitual en nuestro centro, al menos tres veces a lo largo del curso escolar.
Estos simulacros plantean una triple finalidad:
• Enseñar al alumnado a conducirse adecuadamente en situaciones de emergencia.
• Conocer las condiciones de los edificios en los que se ubica nuestro centro para conseguir una evacuación en el menor tiempo posible de forma ordenada y sin riesgo para sus ocupantes, ni del deterioro de los edificios y del mobiliario escolar.
• Mentalizar tanto al alumnado como al profesorado de la importancia de los problemas relacionados con la seguridad y emergencia en los centros.
El simulacro nos permitirá probar la idoneidad y suficiencia de los equipos humanos y medios de comunicación, alarma, señalización, alumbrados especiales y de extinción, así como, detectar errores u omisiones en el contenido de las Medidas de Emergencia.
• MANTÉN LA CALMA Y EL ORDEN Y ATIENDE las indicaciones del profesor/a
• ESPERA la orden de salida del aula por parte del profesor/a.
• SAL del aula ordenadamente, sin empujar y sin correr, respetando el orden de evacuación que se establezca.
• DIRÍGETE a la vía de evacuación que te indique el profesor/a.
• NO TE RECEGARÁS para coger objetos personales.
• NO TE AGACHARÁS ni te PARARÁS para recoger objetos que se te hayan caído.
• ESTARÁS EN SILENCIO durante la evacuación. NO GRITARÁS
• BAJA las escaleras en fila de uno, junto a la barandilla y con rapidez.
• No esperarás a nadie ni buscarás a hermanos, amigos, etc.
• Si hay humo, la evacuación se hará a ras de SUELO.
• IRÁS junto a tu clase al PUNTO DE CONCENTRACIÓN establecido y no intentarás alterar el itinerario de evacuación que te corresponda.
• Utiliza las SALIDAS que se te indiquen.
• PERMANECE en el punto de concentración hasta nueva orden.
• SI NO ESTÁS EN CLASE, ÚNETE AL GRUPO MÁS PRÓXIMO Y REÚNETE CON TU GRUPO EN EL PUNTO DE EVACUACIÓN.