viernes, 3 de abril de 2015

"A COMERSE LA MONA"

El pasado lunes nos comimos la Mona de Pascua eldense durante el primer recreo rememorando así una de las tradiciones más antiguas de nuestra ciudad. Pero,

  ¿sabías que es una tradición de los pueblos que pertenecían hace muchos siglos a la Corona de Aragón y que significaba que la Cuaresma y todas sus abstinencias se habían acabado?



Las monas de Pascua son un dulce muy apreciado, que como marca la tradición, se come en la merienda de los "dias de mona", despues del conejo con tomate, la tortilla, la longaniza de Pascua y la habas tiernas el domingo y el lunes de Pascua, saliendo de excursión al campo para comerla en compañía de la familia o de amigos, entre risas y juegos.
Los eldenses acudíamos tradicionalmente a los parajes naturales del Arenal, el Santo Negro, la Tía Gervasia y el Pantano. Esta amplitud de lugares encuentra su explicación de cuando los dias de pascua llegaban hasta el miércoles, en cuya tarde la gente acudía al pantano a "comer el atún".
A diferencia de las catalanas, en las que impera el chocolate, la mona tradicional eldense se elabora con harina, huevo y azúcar, aunque variando la forma. La que más abunda es la redonda, pero también se hacen en formato de lagarto un otros animal, sin faltar en el centro un huevo cocido, que en un alarde gracia, se casca en la frente de otra persona.
El nombre proviene de la munna, término árabe que significa "provisión de la boca", regalo que los moriscos hacían a sus señores.
Desde el 2006, la tradición y la innovación se unen en el Concurso de Monas de Pascua que organiza cada año el Casino de Elda En este certamen, artesanos de la comarca del Medio Vinalopó exponen sus propuestas de repostería propias de la festividad, que son degustadas por un jurado calificador formado por representantes de diversos colectivos sociales.