En el edificio de primero y segundo tenemos un árbol seco. Cuando está vacío no parece nada especial; pero cuando los niños y niñas cuelgan sus obras en sus ramitas, se transforma por completo.
En esta ocasión se ha convertido en nuestro Árbol de las Lenguas, gracias al trabajo del alumnado de primero. Entre todos han hecho unas vistosas flores que tienen bonitos mensajes escritos. Y lo más importante es que esos mensajes están escritos en las lenguas más importantes para nosotros, las que los niños y niñas hablan en casa y en el cole.
Muchas gracias a las familias que han ayudado. Son preciosas, y son mucho más que flores de cartulina.