La escuela entera está llena de espacios significativos que dicen y hablan; de espacios llenos de signos que indican formas de comportamiento y de relación. El aula no es el único espacio que sirve para desarrollar las facultades intelectuales y afectivas de los alumnos y alumnas, también el patio, el comedor, la entrada o en nuestro caso, los pasillos hablan sobre la manera en que se llevan a cabo las experiencias de enseñanza-aprendizaje y pueden constituir una gran oportunidad para reforzar este proceso.
Esta semana la profesora de Audición y Lenguaje ha montado un recorrido lleno de estímulos motores y sensoriales en uno de los pasillos del cole para continuar con su trabajo dentro del aula. Nuestros chicos y chicas ya lo han estrenado y les ha gustado muchísimo.